“Khet es un lugar remoto, escondido en medio de las majestuosas montañas. Las estaciones son únicas y bellas; el aire es puro y la tierra intacta.”

Así describe Gueshe Thupten Choeden a su hogar, Khet, un pequeño pueblo en las montañas del Himalaya. La vida aquí es una mezcla de simplicidad y trabajo constante. En invierno, la nieve lo cubre todo, y durante el monzón, las lluvias son tan intensas que pueden durar días enteros. En las partes montañosas que son jungla, abundan los frutos, plantas y flores silvestres comestibles, además de los cultivos de vegetales que los aldeanos cuidan con dedicación.

A pesar de estar rodeados de naturaleza, la mayoría de los habitantes no sabe leer ni escribir. Son personas amables, budistas de costumbres sencillas, y respetuosas. Su vida se basa en la agricultura, pero el terreno es rocoso y difícil de trabajar; aquí, las máquinas no son una opción. La comunidad depende de herramientas manuales para sembrar y cosechar, lo que significa largas jornadas, incluso de noche, con frío, nieve o lluvia.

“Cultivamos para subsistir, no para vender. No hay dinero para reemplazar herramientas viejas o comprar ropa de abrigo; nuestra comida es la misma cada día.”

En esta situación, Gueshe Choeden decidió iniciar la Asociación Khetpa para ofrecer a los jóvenes de su comunidad una vida mejor a través de la educación, abriéndoles puertas que sus familias nunca tuvieron. Ayuda a transformar la vida de estas familias y comunidades: ¡apoya la misión de Khetpa y únete a este cambio!